El MENTORING de Mariam Veiga.
Tú no quieres una mentora.
Lo que tú quieres es vender tus servicios y no tener que preocuparte nunca más por el dinero.
Porque la realidad es que si tu marca no vende lo suficiente, no importa cuánto talento tengas, cuánto contenido publiques o cuántas horas trabajes. Lo que necesitas no es solo visibilidad, es saber cómo convertir esa visibilidad en clientes dispuestos a pagar lo que vales. Y ahí es donde entro yo.
Ni caso a los gurús.
Vender tu tiempo es 100% rentable.
La frase no es un truco sucio para llamar tu atención, es la pura realidad.
Apuesto a que has oído a más de un experto decir que si quieres escalar y ganar pasta de verdad mientras duermes, vas al gimnasio o te tiras bajo una palmera en cualquier playa de Maldivas lo que tienes que hacer es vender cursos enlatados o montar una membresía, por aquello de tener cierta previsibilidad con los ingresos y clientes recurrentes.
Y tienen razón. Pero sólo en parte, porque lo que no te cuentan cuál es la razón que lleva a la mayoría de los emprendedores a fracasar cuando pretenden vivir sólo de vender cursos o plazas a su club privado. Y tampoco cuentan cómo ellos mismos empezaron a ganarse la vida.
Si no tienes estas 3 cosas a la vez: una comunidad comprometida, una lista de correo muy trabajada y una marca personal posicionada → El primer paso es vender tu tiempo. Y además tampoco te planteas invertir en campañas de publicidad, pretender vivir de infoproductos es sólo una fantasía.
En otras palabras, vivir bien de vender sólo cursos o de tener una membresía es algo accesible a unos pocos. Sin embargo, sí puedes vender tus servicios y empezar a ganar dinero desde ya sin necesidad de complicarte demasiado la vida. Pero eso sí, ya que vas a vender tu tiempo, véndelo a un buen precio.
Vender servicios es la forma más barata de ganar dinero en internet...
No necesitas herramientas, ni hacer grandes inversiones y sólo dependes de ti mismo para empezar a generar ingreso. Lo que sí necesitas es diseñar bien tus servicios, aplicar una buena estrategia de precios y saber cómo llamar la atención de las personas correctas. Porque no se trata de vender cualquier cosa, ni de atraer a cualquiera, sino de vender servicios de calidad que aporten soluciones reales a aquellos clientes que sí valoran lo que estás ofreciendo, al tiempo que favorecen tu posicionamiento profesional.
Si además construyes una Cartera Inteligente de Servicios y Productos (CISP) que facilite que tu cliente te compre en más de una ocasión, tendrás entre manos un negocio con vocación de futuro, con muchas posibilidades de diversificar y listo para dar el salto hacia la escalabilidad.
...pero lanzarte de la forma incorrecta puede salirte muy caro (y no hablo sólo de dinero).
Vender servicios personalizados (ya sean individuales o grupales) es muy exigente. Entregas valor, utilidad y acompañamiento; luego no sólo das tu tiempo a cambio de dinero, sino que también hay un desgaste emocional que puede llevarte a querer abandonar tu negocio antes de tiempo.
Y aquí está la clave entre sobrevivir con ventas esporádicas que no te llenan ni te resultan rentables, y vender con estrategia.
Cuando vendes con estrategia, eliges a tus clientes, controlas tus precios y haces crecer tu negocio sin sentir que te estás desgastando en el camino. Mientras que cuando vendes sin estrategia, trabajas más, ganas menos y poco a poco pierdes el control sobre tu propio negocio.
3 Costes invisibles de vender servicios sin una estrategia clara.
LO QUE NADIE TE DICE ES QUE, SI NO LO HACES BIEN, VENDER SERVICIOS PROFESIONALES PUEDE CONVERTIRSE EN UN CAMINO AGOTADOR QUE PONE EN RIESGO TU MARCA, TU ENERGÍA Y HASTA TU AMOR POR LO QUE HACES.
Coste de marca: Ser percibido como un “recurso” y no como un referente.
- Si no gestionas bien tu posicionamiento, tu valor percibido cae y te conviertes en alguien que “presta un servicio” en vez de en una marca que lidera.
- Esto significa más negociaciones, clientes que no te respetan, competencia feroz y un techo de ingresos difícil de romper.
- En realidad todavía estás lejos de tener peso específico en tu sector, y así nunca entrarás en la liga de los cracs
Una marca mal posicionada es una marca que siempre tiene que demostrar su valor en lugar de ser reconocida por él.
Coste de desmotivación: Cuando vender deja de tener sentido para ti.
- Vender servicios no es solo hacer felices a los clientes. También tiene que hacerte sentir útil, reconocido y en evolución.
- Pero si te ves atrapado en clientes que no valoran tu trabajo, precios bajos o servicios que te agotan, la venta deja de ser una motivación y se convierte en un peso.
- Y cuando vender te pesa, la calidad baja, la energía se desploma y todo se convierte en un ciclo agotador del que es difícil salir.
Si tú no estás satisfecho con lo que vendes, tarde o temprano tu negocio y tus clientes lo notarán.
Coste de oportunidad: Lo que podrías estar ganando y no estás viendo.
- Cuando no vendes de forma estratégica, dices sí a lo que te mantiene ocupado y no a lo que te haría crecer.
- Estás tan centrado en cerrar clientes que no tienes tiempo de pensar en optimizar tus precios o crear nuevas oportunidades que te den más libertad.
- El precio más alto que puedes pagar es seguir igual cuando podrías estar escalando.
Cada cliente mal elegido es una oportunidad mejor que estás dejando escapar.
Así funciona el MENTORING
(por si no queda claro, el remolcador soy yo)
Tú eres el GRANDE.
Tienes potencial, conocimiento y ganas de crecer, pero si estás aquí es porque o no estás avanzando al ritmo que te gustaría, o porque estás perdido y corres e riesgo de quedarte a la deriva. Y créeme, hasta el barco más grande que te puedas imaginar puede sentirse así sin la ayuda adecuada.
Mentores hay muchos. Algunos muy buenos. Otros, simples motivadores con pizarra y rotulador.
Pero la mayoría te dan un plan, unas pautas y desean buena suerte para el camino. Yo no.
Cuando trabajas conmigo, mi cerebro entra en tu negocio.
Pienso en tus clientes cuando ni tú lo haces.
Veo oportunidades que tú todavía no has visto.
Y, lo más importante, te acompaño hasta que llegas a puerto.
Como un remolcador, te ayudo a moverte, a maniobrar y a evitar los errores que podrían hundirte o hacerte perder meses (o años).
Y eso es justo lo que yo hago durante el mentoring contigo: ayudarte a encontrar el rumbo, a moverte con estrategia y a llegar a los objetivos antes de que puedas desgastarte.

Hola, soy Mariam Veiga
y estoy aquí para ayudarte a vender más y mejor tus servicios profesionales.
Sé de qué va el tema.
Soy autónoma, hace 5 años que vivo vendiendo mis propios servicios y mi trabajo es conseguir que otros emprendedores se ganen muy bien la vida vendiendo los suyos.

Trabajo con emprendedores que venden servicios profesionales ayudándoles a crear un Sistema de Ventas que les permita tener un negocio diversificado y que facture tanto como para que sientan que Hacienda les odia cada vez que llega el trimestre.
Soy especialista en Marketing de Servicios Profesionales, y durante el mentoring me encargo de darle la forma correcta a tus servicios, decirte cómo comunicarlos, cómo atraer a los clientes correctos y cómo encajarlos en una Cartera Inteligente de Servicios y Productos que te ayude a conseguir un alto porcentaje de fidelización.

Para hacer el mentoring puedes elegir entre dos opciones: tú y yo sol@s o sumarte a la próxima edición grupal.

Mentoring Individual
(Para quienes necesitan profundidad y un ritmo más acelerado).
Si necesitas avanzar a tu propia velocidad, el mentoring individual es para ti.
Aquí no hay fórmulas genéricas, ni soluciones estándar: hay estrategia hecha a medida para que tu marca venda más y mejor sin perderse en el camino.

Mentoring Grupal
(Para quienes están arrancando y quieren beneficiarse de la inteligencia colectiva)
Los grupos siempre son muy reducidos, y lo son porque el seguimiento y el soporte es individual. La diferencia es que además de aprender de mí, también lo harás de la experiencia de otros emprendedores en tu situación.
Tanto en la modalidad individual como en la grupal, trabajamos los mismos pilares. ¿Por qué? Fácil, son cuestiones esenciales que deben estar bien atadas para cualquier negocio que vende servicios profesionales.
De qué «cuestiones» hablo: propuesta de valor y valores de marca, buyer personas (pero trabajados en profundidad), diseño de servicios profesionales y creación de una Cartera Inteligente de Servicios y Productos propia (todo pensado para que puedas conseguir fidelizar a tus clientes y que te compren en más de una ocasión), estrategia de captación de leads (sí, hablaremos de email marketing, pero no sólo de esto), estrategia de contenidos (yo misma crearé un plan de contenidos pensado para ti y tu negocio. Cuando veas el documento que te prepararé, alucinarás. Les pasa a todos los alumnos del mentoring), estrategia web (porque todo debe tener coherencia) y social selling y posicionamiento en LinkedIn (es una red que cualquier marca personal debe trabajar).
Además, durante el mentoring comparto no sólo mi conocimiento como profesional del marketing, sino también mi propia experiencia vendiendpo servicios desde hace casi 5 años. Si quieres, te contaré como yo misma logré facturar 100k solita en mi primer año como emprendedora (y mantener el nivel de facturación durante los años siguientes).
Pero lo interesante es que tú puedas aplicarlo a lo tuyo. Esta es la metodología que he compartido con más de 600 emprendedores que ya han acudido a mí para vender sus servicios, así que diría que está más que probada. Todo sin que tengas que tengas que convertirte en un esclavo de tu negocio y puedas presumir de un negocio diversificado, saneado y que además te llena.
El mentoring es un proceso de trabajo durante el que alquilas mi cerebro para que piense por ti y por tu negocio. Eso sí, yo no entro en tus redes, ni te creo el contenido, ni vendo por ti. Eso tienes que hacerlo tú.
Y ahora...¿dejas que lea tu mente?
A ver, no necesitas un mentor. Lo que necesitas es vender más, ganar más y dejar de sentir que tu negocio depende de la suerte.
Pero si aún dudas de si esto es para ti, dime si esto te suena familiar...Tienes clientes, pero no los que quieres.
Tu problema → Facturas, pero entre descuentos, negociaciones y clientes que creen que les haces un favor en vez de pagar por tu experiencia, te sientes más como un freelance sobrecargado que como una marca que impone respeto.
Lo que necesitas → Aprender a vender mejor, y hacerlo a clientes mejores, sin sentir que tienes que rogar por ello.
Tu marca no está mal… pero tampoco es la primera opción para nadie.
Tu problema → Publicas, te mueves, haces "lo que hay que hacer", pero cuando un cliente necesita algo como lo que tú vendes, no eres la primera persona en la que piensa.
Lo que necesitas → Dejar de ser "una opción" y convertirte en LA opción.
Sabes que lo que ofreces vale más, pero te tiemblan las piernas al subir precios.
Tu problema → Te da miedo cobrar lo que realmente vale tu trabajo porque no tienes una estrategia clara para que tu valor percibido justifique ese precio.
Lo que necesitas → Una estructura clara para que cuando digas tu precio, lo acepten sin peros.
Te cansas más persiguiendo clientes que trabajando con ellos.
Tu problema → No tienes un sistema que atraiga clientes precalificados. Tienes que estar siempre en modo caza, empujando las ventas en vez de atrayéndolas.
Lo que necesitas → Aprender a vender sin perseguir.
Te encanta lo que haces, pero a este paso, vas a empezar a odiarlo.
Tu problema → Vender servicios mal es el camino más rápido a perder la pasión por tu trabajo. Clientes equivocados, precios bajos, jornadas eternas… así no hay quien disfrute de su negocio.
Lo que necesitas → Crear una estructura de negocio que no solo funcione para tus clientes, sino también para ti.
Sabes que lo que ofreces vale más, pero te tiemblan las piernas al subir precios.
Tu problema → Te da miedo cobrar lo que realmente vale tu trabajo porque no tienes una estrategia clara para que tu valor percibido justifique ese precio.
Lo que necesitas → Una estructura clara para que cuando digas tu precio, lo acepten sin peros.

Ahora sigue diciéndote que sólo necesitas "un poco más de tiempo". Sigue pensando que con leer un par de libros más vas a arreglar lo que llevas meses (o años) sin solucionar. Sigue viendo cómo otros, con menos talento que tú, venden como locos mientras tú sigues ahí, dando vueltas en círculo.
Pero luego no te quejes cuando sigas dependiendo de clientes basura, bajando precios y justificando tu valor como si fueras un principiante.
Espabila y haz lo que hacen los que realmente venden.
Y por si te lo estás preguntando...
Si vendes servicios, formación, membresías o cualquier cosa que dependa de tu marca personal, esto es para ti.
Si diriges un negocio con más de una cabeza pensante (porque sois socios, porque trabajáis en tándem, porque tenéis un proyecto conjunto), también.
La estrategia cambia según el modelo de negocio, pero el objetivo es siempre el mismo: vender más, mejor y sin perder el tiempo en tonterías.
Perfecto. Porque si los consigues sin tener claro cómo vender bien, lo único que harás será atraer clientes malos, bajar precios y acostumbrarte a sobrevivir en vez de escalar.
Así que sí, si estás empezando y quieres hacerlo bien desde el minuto uno, esta mentoría te ahorra meses (o años) de prueba y error.
Si aún tienes dudas es que me explico fatal, porque si has leído lo de ahí arriba, deberías tener claro que NO.
Aquí mi cerebro trabaja para ti.
No te voy a soltar un PDF con ‘lo que funciona’ para todo el mundo. Voy a analizar tu negocio, tu mercado y tu posicionamiento para que vendas más, mejor y sin esfuerzo innecesario.
Porque un plan genérico no vende. Pero una estrategia bien diseñada para tu caso, sí.
Pues alma ía, esto depende enteramente de ti, no de mí porque yo no voy a cerrar los clientes por ti.
Si aplicas, ejecutas y dejas de perder el tiempo en tonterías, puedes ver cambios desde la segunda sesión.
Si entras en el mentoring tomas notas como si estuvieras en una clase de marketing y luego sigues haciendo lo mismo de siempre, tardarás lo que tardes en espabilar.
Aquí no vendo milagros. Vendo estrategia para que vendas tú. Y eso solo funciona si tomas acción. Si haces.
Lo primero, bienvenido porque a mí también me ha pasado.
Lo segundo decirte que buena parte de los emprendedores con los que trabajo vienen rebotados de otros mentores. Algunos de ellos muy conocidos.
Debo decir que nunca me escucharás decir ni media de cualquiera de mis competidores porque les respeto y tus resultados no tienen por qué tener nada ver con tus resultados…pobres.
Pregúntate:
👉 ¿Hiciste lo que te dijeron o seguiste haciendo lo que te daba la gana?
👉 ¿Te vendieron una fantasía que te quisiste creer o realmente había estrategia detrás?
👉 ¿Te dieron un plan o trabajaron contigo para encontrar la mejor estrategia para tu negocio?
Si ya has probado de todo y sigues sin vender como deberías, esta mentoría es justo lo que necesitas. Porque aquí no se trata de hacer “lo que funciona”, sino de hacer lo que funciona para ti.
A ver, como mínimo vamos a estar un par de meses juntos y la relación será intensa. ¿No te parece que es mejor que nos sentemos un momento antes de «casarnos» para ver si encajamos?
Vamos, que si no nos conocemos de nada y esta va a ser la primera vez que trabajemos juntos, sí o sí tendremos esta sesión de valoración inicial.
Nos servirá a ambas partes. A ti a saber si tienes feeling conmigo y a mí para comprobar que tienes la motivación y mentalidad correctas como para abordar un proceso de este tipo.
Tienes varias opciones:
1. Navegar tú sol@ sin mi soporte.
2. Hacer el programa de seguimiento abierto solamente para alumnos que han pasado por el mentoring.
3. Sumarte a REVOLUTINA forte. Mi membresía sobre marca personal. ¿Y para qué te va a servir esto? Pues resulta que para vender servicios profesionales necesitas una marca fuerte sí o sí, así que créeme si te digo que es un refuerzo que necesitarás.
Entonces el mentoring también es para ti.
Trabajo con emprendedores que llevan años prestando sus servicios «a la vieja usanza» (en presencial) pero quieren multiplicar opciones y empezar a vender online. De sus negocios y actividad poco o nada tengo que enseñarles, pero vender en internet es diferente a hacerlo en el mundo offline. Para eso estoy.

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