Cómo vender servicios profesionales gracias a tu marca personal
6 habilidades esenciales para vender servicios y presumir de un negocio de marca personal que funciona
En este post hablo de...
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Ser bueno en lo que haces no es suficiente para vender
¡OjoCuidao! No estoy diciendo que no tengas que vender calidad.
Doy por hecho que si quieres vender (o ya vendes) tus servicios profesionales, es porque con ellos aportas soluciones de gran utilidad para tus clientes.
Pero ser bueno en tu campo no es suficiente para construir y sostener un negocio.
Hace años sí.
Ahora, ser bueno es sólo uno de los “requisitos” para generar riqueza vendiendo tus servicios. De hecho, estoy 100% segura que en todos los campos y especialidades hay un montón de profesionales con más conocimiento y mejor preparados que los superventas.
Bienvenid@ al mundo real del negocio digital, donde vender tu servicio profesional es solo la punta del iceberg. Si crees que con solo ser bueno en lo que haces, las masas vendrán corriendo, despierta de ese sueño. Estás a punto de entrar en un juego donde las reglas son distintas y, a veces, implacables.
Por esto, y por si no quieres quedarte fuera de la partida, necesitas hacer una revisión e incluso una auditoría sobre cómo de fuerte estás en algunas de las habilidades imprescindibles para lograr vender.
Porque querid@ rebelde, sin ellas, por más master of the universe que seas, sobrevivir en el mundo del negocio digital será un auténtico calvario.
Te va a tocar, aunque no quieras.
1. Marketing Digital: tu nuevo mejor amigo
En primer lugar, el marketing digital no es una opción, es una necesidad.
Si no estás listo para sumergirte en marketing en redes sociales, creación de contenido y campañas de email marketing, prepárate para ser un pez perdido en el océano.
Necesitas conocer, al menos, cuáles son las mejores técnicas para ti y tu negocio en este momento. Y digo «en este momento» porque a menudo veo cómo emprendedores que están empezando se empeñan en aplicar técnicas para las que aún no están preparados.
Cada momento y fase de crecimiento de tu negocio requerirá de soluciones concretas. Debes conocerlas, cómo aplicarlas, cuándo es el mejor momento para abordarlas y decidir si vas a hacerlo sólo o necesitarás manos especializadas para ponerlas en marcha.
En cualquier caso, aunque seas todavía un recién llegado al mundo del marketing y delegues determinadas tareas, es fundamental que te pongas las pilas con todo esto si no quieres perder el tiempo. La estrategia basada en la prueba-error puede resultar muy costosa, sobre todo cuando no tienes los conocimientos básicos.
Si pretendes vender servicios online, conocer cómo funciona la comunicación, el marketing y las ventas en internet será parte de tu entrenamiento.
2. La venta: no es sólo conversación, es ciencia
Vender no es hablar bonito sobre tu servicio. Es entender las necesidades del cliente, saber manejar objeciones y cerrar acuerdos/tratos/contratos/ventas o como le quieras llamar. Si la idea de vender te hace sudar frío debes mejorar tu relación con la venta y tu mentalidad, o tu negocio no despegará.
Voy a ser todavía más cruda aún a riesgo de no ser la más simpática de la sala: si sabes que vender no es para ti porque sólo el hecho de pensar en hacerlo te agobia, o te bloqueas porque crees que lo que estás haciendo es perseguir a la gente, bájate del barco del negocio online.
Vender es ayudar a tus clientes, pero consiguiendo te pongan su dinero encima de la mesa. De lo contrario no tendrás un negocio, sino una ONG. Tú sabrás qué es lo que quieres.
Y un negocio sólo tiene sentido y continuidad si genera ingresos y es retable. Grábatelo.
3. Branding personal: mucho más que una cara bonita
Tu marca personal es crítica. Un elemento esencial en el juego de la venta online.
No basta con ser un profesional competente; debes crear una marca que te represente, que cuente una historia (la tuya), que conecte emocionalmente y que comunique unos valores. Si piensas que esto es perder el tiempo, pronto te quedarás descolgado respecto de tu competencia.
Hay quien decide no salir nunca. Es una opción, pero piensa cómo será la conexión emocional con tus clientes si nunca te ven.
Pero seamos honestos, queremos saber quién está detrás de cada marca. Incluso para las grandes compañías es cada vez más importante mostrar la parte humana, su talento, sus directivos y las personas que la hacen posible.
En el caso de un negocio de marca personal la humanización de la marca es algo que cae de cajón.
Con esto no quiero decir que tengas que publicar un selfie día sí y día también, o que tengas que publicar en TikTok. Pero la realidad es que sí o sí tendrás que exponerte.
Lo harás en redes, lo harás en videollamadas, en reuniones para cierre de venta, cuando te llamen para impartir una clase, etc. Habrá montones de ocasiones en las que tengas que dar la cara y salir a la palestra, así que cuanto antes elimines el miedo a salir, mejor para ti y mejor para el negocio. Lo bueno, es que esto también se entrena.
Pero por supuesto, también tendrás que cuidar y mimar todos los elementos que acompañan a tu marca personal, porque todos ellos te ayudan a comunicar el valor de tu mejor activo: la marca a la que representas. Vamos, tú mismo.
Hablan de ti, tu logo, tus colores, tu tono de comunicación, tu personalidad y hasta la ropa con la eliges salir en esas fotos “de marca personal”.
4. Atención al cliente: el verdadero rey (y no el contenido)
Piensa en la atención al cliente como la clave total y absoluta para lograr el éxito de tu negocio. El rey en una partida de ajedrez. Una mala jugada y se acabó.
Y ojocuidao, porque la atención al cliente comienza incluso antes de que el cliente sea cliente.
Abre conversación, crea relaciones y alimenta esas relaciones. Si la interacción con terceros no te va en absoluto, vender online no es para ti. Me refiero a querer liderar tu propio negocio. Tal vez puedas ganar dinero a través de otras fórmulas en internet sin que tú tengas que “hablar” con nadie (que las hay), pero si quieres construir un negocio con el que ganarte la vida vendiendo la utilidad de lo que sabes hacer, sí o sí, necesitas aprender a comunicarte y a relacionarte.
No hay discusión.
Si quieres construir un negocio con el que ganarte la vida vendiendo la utilidad de lo que sabes hacer, sí o sí necesitas aprender a comunicarte y a construir relaciones. De lo contrario, vender servicios online no es para ti.
5. Adaptabilidad y aprendizaje continuo: el pan nuestro de cada día
El mundo digital cambia a una velocidad vertiginosa. Lo que hoy funciona, mañana puede ser historia.
Mantente aprendiendo, adaptándote y evolucionando. Si eres de los que se resiste a los cambios o te genera ansiedad vivir fuera de eso que se llama zona de confort, prepárate para ser parte de la historia, y no precisamente del lado ganador.
Quizá es que has interiorizado la idea de que emprender online es fácil, y lo cierto es que no todo el mundo está preparado. Y cuando uno no está lo suficientemente bien preparado para algo, sólo le quedan dos opciones: prepararse en aquello en lo que está pez, o asumir que ese “algo” no es la mejor opción y dejarlo pasar. Sin drama.
Nadie obliga a nadie a emprender. Ahora sí, dar el paso es asumir tareas y acciones que nunca antes habías afrontado y que no te van a resultar cómodas.
6. Gestión del tiempo y productividad: el desafío
Aquí viene otro golpe duro: la gestión del tiempo y la productividad son críticas.
Vas a tener que hacer malabares con múltiples tareas, y si no desarrollas habilidades de gestión del tiempo, te ahogarás en un mar de tareas sin fin.
Es mi gran caballo de batalla, y ahora, con la llegada de mi hija a mi vida, mucho más.
Seguro que cuando un@ piensa en tener su propio negocio sueña con ventas, con un montón de ingresos, con poder delegar en algún momento, e incluso tener un equipo propio. Pero lo cierto es que, al menos al principio, te vas a comer la ejecución de un montón de tareas alone in the dark.
Este 6ª punto tiene mucho que ver con el anterior.
Te pongo en situaciones más que cotidianas para cualquier emprendedor online:
- pelearte con Elementor,
- o con una primera automatización,
- o simplemente con esas primeras apps y herramientas que necesitas sí o sí para que tus clientes puedan pedirte información.
- Escribir un post (la creación de contenidos consume muchísimo tiempo),
- preparar una intervención en un evento,
- o si me apuras, consumir los 23 audios de la membresía a la que estás suscrit@.
Todo consume mucho tiempo. Y cuando no tienes clientes, lo tienes, pero en cuanto empiezas a tenerlos la cosa se te complica. Así que pronto entenderás la necesidad de autogestionarte mejor e identificar lo urgente, lo importante, lo que puede esperar y lo que sencillamente es un agujero negro que se lleva toda tu energía y encima te hace ser improductiv@.
Recuerda: para vender tus servicios profesionales va mucho más allá que ser bueno en algo.
- Abraza el Marketing Digital como tu nuevo mejor amigo
- La venta no es sólo conversación, es ciencia
- Branding personal: mucho más que una cara bonita
- Atención al cliente: el verdadero rey
- Adaptabilidad y aprendizaje continuo: el pan nuestro de cada día
- Gestión del tiempo y productividad: el desafío
Abrir un negocio digital vendiendo servicios profesionales es más que ser bueno en lo que haces. Requiere una mezcla de habilidades en marketing, ventas, branding, atención al cliente, adaptabilidad y gestión del tiempo.
Es así.
Si no estás listo para abrazar estas realidades, reconsidera tu decisión y mejor invierte tu tiempo y energía en otra actividad con la que te sientas menos retado y más seguro. Pero si estás dispuesto a aceptar el reto y de verdad quieres ganarte la vida vendiendo tus servicios, prepárate para uno de los viajes más enriquecedor de tu vida en lo personal, en lo profesional y también en lo económico.
Empecemos a trabajar juntos en la estrategia de venta de tus servicios profesionales.
Y hasta aquí por hoy.
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